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La cosmética que lucha contra la contaminación: el último frente para ralentizar el envejecimiento

En la actualidad, la población está más que informada de lo que supone la contaminación para la salud y para el medioambiente. Los gases emitidos por el transporte, los óxidos de nitrógeno que se liberan al aire o las partículas de la combustión del diésel son algunos de los problemas más acuciantes del momento.

En los últimos años, se ha descubierto que la contaminación también afecta negativamente al aspecto de la piel, provocando manchas, arrugas y acelerando a pasos agigantados el envejecimiento. Se ha llegado a la conclusión de que si las personas vieran cómo se perciben las partículas de contaminación pegadas al cutis a través de un microscopio, nadie se saltaría jamás la limpieza diaria de mañana y noche

Por esto, además de insistir en la doble limpieza, algunas firmas cosméticas han decidido sacar productos cuyos ingredientes sean capaces de luchar contra los efectos de la contaminación en el rostro, a la vez que lo cuidan y tratan con mimo.

La marca francesa Yves Rocher se ha inspirado en los estudios científicos que llevan realizándose desde hace 25 años que ponen de relieve los beneficios de la naturaleza sobre las personas y, en particular, sobre la oxigenación de las poblaciones que viven en los territorios donde confluyen la tierra y el océano. Gracias a esto, han encontrado en la capuchina y las microalgas tetraselmis, ambas plantas de Bretaña, el binomio perfecto para luchar contra los efectos de la contaminación en el rostro.

En la naturaleza, la capuchina utiliza la morfología única de sus grandes hojas redondas para optimizar su fotosíntesis y la producción de oxígeno.

Recubiertas de una gran variedad de rugosidades, sus hojas totalmente impermeables le permiten utilizar las gotas de lluvia para deshacerse del polvo y los residuos. Esta capacidad le permite captar la luz necesaria para producir oxígeno. Gracias a sus propiedades oxigenantes, la capuchina potencia la oxigenación de las células para revitalizarlas.

Por otro lado, la microalga tetraselmis pertenece a la familia de los fitoplancton. Mucho más que una simple alga, participa en el proceso de descontaminación del aire capturando el CO₂, necesario para la fotosíntesis. En los océanos, estos organismos microscópicos flotan justo por encima del agua. Perfectamente situadas entre el agua y el aire, su fotosíntesis es particularmente eficaz: gracias a sus fotorreceptores, las microalgas son capaces de desplazarse para captar la mejor luz y el CO₂, maximizando así la producción de energía. Las microalgas tetraselmis estimulan los mecanismos de desintoxicación de la piel y la ayudan a luchar contra los efectos nocivos de la contaminación que aceleran su envejecimiento.

Con estos dos ingredientes como protagonistas, nace Elixir Botanique de Yves Rocher, una nueva línea de cuatro productos eco-diseñados que desintoxican la piel al instante y la protegen contra los daños causados por la contaminación, uno de los principales responsables del envejecimiento prematuro.