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Cómo retirar la manicura semipermanente sin dañar la uña

Los esmaltes semi permanentes son más resistentes que los normales y eso se nota al intentar eliminarlos. Es evidente que intentar arrancarlo con las manos o un palillo sin antes ablandar el producto no es una opción acertada. La razón es que al despegar “en frío” y de golpe el esmalte, se desprenden también partes de la primera capa de la uña natural, provocando que se debilite y que, sin esa primera capa protectora, la uña y las cutículas queden expuesta a infecciones. Son ocho, al menos, los pasos que hay que seguir para retirar correctamente y sin dañar la uña un esmalte semi permanente.

El primer paso consiste en limar el esmalte para debilitarlo, con cuidado para no llegar a la uña natural. Una vez se ha limado esta primera capa del esmalte hay que colocar un trozo de algodón, empapado con acetona normal o pura, en cada una de las uñas. La acetona pura permite reiterar más rápido el esmalte semi permanente sin embargo reseca y no es bueno para las cutículas ni la uña. Por ese motivo, el producto solo se debe aplicar al esmalte e intentar no empapar el dedo en acetona pura. Si no se dispone de este tipo de acetona también se puede utilizar acetona normal. Para evitar que el algodón se mueva y pueda actuar eficazmente en el esmalte existe un truco ancestral que incluso se utiliza en algunos centros de manicura: el papel de aluminio. El siguiente paso consiste en recubrir cada dedo y su algodón correspondiente con un papel de aluminio. 
Después, toca esperar unos 20 minutos. Pasado ese tiempo, se puede comprobar si la acetona ya ha actuado en el esmalte. Es probable que no se haya retirado todo y que todavía queden pequeños trozos de esmalte levantados. Es el momento de utilizar esa herramienta que está en todos los kits de manicura y que pocas usan: el palito de naranjo. Con mucho cuidado y sin raspar la uña, se retira con la ayuda del palito de naranjo el residuo de esmalte que ha quedado pegado. Si todavía quedan restos de esmalte se puede repasar de nuevo la uña con una lima pulidora o acolchada. Para conseguir que la uña crezca nutrida y sana hay que aplicar un aceite para las cutículas. Se venden en farmacias, supermercados y centros estéticos y sirven para restaurar las uñas. Varias firmas especializadas en esmaltes han buscado una solución para simplificar la retirada de esmalte. Una de ellas, Nailistas, ha creado un tipo de acetona en esmalte que actúa en la uña en tan solo un minuto y levanta la pintura sin dañarla.