Cuando los meses más calurosos del año se adueñan de nuestra vida nos encanta presumir de un rostro limpio y bronceado, pero el calor es uno de los factores que más influye en la aparición de brillos que dejan el el rostro un efecto nada deseado. Porque las altas temperaturas no ayudan, ya que estimula la secreción de esa textura oleosa que tan poco nos gusta, pero que previene que la piel se seque. Cuando se tiene la piel grasa, ya se sabe lo importante que es ser constante a la hora de mantener una rutina de limpieza diaria, además de el uso de los productos adecuados, como hace Victoria Beckham, que sigue un exigente ritual de belleza para mantener cerrar los poros y regular la producción de grasa de su piel. Si como la diseñadora, tu tez necesita cuidados extra, toma nota de los consejos de estos expertos a los que hemos consultado para mantener las imperfecciones a raya.
¿Qué es tener la piel grasa?
Se caracteriza por tener poros dilatados y brillos por todo el rostro. Pueden tener tendencia a experimentar puntos negros y granos y una textura poco uniforme. Como cuenta la doctora Beatriz Estébanez, especialista en medicina estética facial de Clínica Menorca, para saber el tipo de piel grasa que se tiene hay que valorar diferentes parámetros: “El color, ya que tiene más tendencia a pigmentarse; el tacto, ya que suele ser untuoso y con comedones; la luminosidad y el exceso de brillo; el tamaño de los poros, que son más grandes para favorecer la excreción de la grasa al exterior, y el grosor, entre otros aspectos”, detalla y explica que hay tres tipos: la normal propia de los adolescentes, “que es una piel brillante y gruesa con poro abierto “, la deshidratada, “típica y frecuente en los adultos, resiste mal al sol” y comedogénica, “con puntos negros y comedones cerrados”.
¿Cómo cuidarla?
En verano, debido al aumento de temperatura y al cambio de alimentación y de hábitat, las pieles grasas sufren exceso de grasa y un desequilibrio importante. Para los especialistas la clave enser constante con la rutina de cuidados. Según la doctora Elena Gallo, dermatóloga del equipo de médicos estéticos del doctor, Amselem, “hay que limpiarlas a diario con productos específicos. Por la noche suelo recomendar algún producto que controle la producción de grasa. Si se lleva tiempo usando retinoides y la piel ya no se muestra irritada, se puede continuar con ellos en verano. Si no es así, mejor aplicar por las noches algún producto con alfahidroxiácidos (el ácido glicólico es muy buena opción), y si asocia ácido salicílico, que controla la producción de grasa, mejor”, explica la dermatóloga.
Todos los especialistas coinciden en que, para poder cuidar la piel hay que conocerla bien y también sus necesidades. De esta manera se pueden escoger los cosméticos que más se adecúen a ella. «Las pieles grasas requieren de productos oil free o no comedogénicos», matilza la doctora Gallo. POr su parte, la farmacéutica Rocío Escalante advierte de la importancia de la hidratacióbn. «Normalmente este es un error que cometen las personas con la piel grasa, mixta y con tendencia a acné, porque creen que esto hará que aún salgan más granitos o se engrase más la piel, pero no es así. La hidratación diaria es esencial para reforzar la barrera cutánea. Eso sí, usa la adecuada para tu tipo de piel y , cuando lo hagas, piensa que los beneficios no se multiplican si aplicas más cantidad de producto. «En líneas generales, el tamaño de un guisante será suficiente para todo el rostro y el tamaño de un grano de arroz para el contorno de los ojos», detalla.
Para evitar los puntos negros y espinillas la doctora Estébanez insiste en la importancia de exfoliar la piel una o dos veces por semana y maquillarse lo mínimo imprescindible “pues las pieles grasas no lo soportan, la excreción al exterior de lípidos impide su fijación”, detalla la doctora de la Clínica Menorca para cuidar este tipo de pieles que “como punto positivo envejecen más lentamente y resisten mejor las alteraciones del medio ambiente”.
